En un paraje cerca de Priego (Cuenca) más concretamente en el monasterio de San Miguel, ellas me encontraron a mi, es decir un grupo de cabras monteses que estaban pastando y yo ensimismado haciendo otro tipo de fotos empezaron a balar como diciendome que les hiciera fotos, así lo hice y estuvieron posando un buen rato y conforme llegaron se fueron , la experiencia fue increíble no se si se repetirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario